¿Eres adicta a las compras?
El problema llega cuando pasamos de compras apapachadoras a compras compulsivas, cuando empezamos a gastar lo que no tenemos y terminamos comprometiendo nuestro sueldo en cosas que no necesitamos.
Les dejamos una lista de señales en las que debemos fijarnos para saber si nosotras o alguna de nuestras amigas tiene un problema de compras compulsivas. Si detectan que es así ¡están a tiempo de pedir ayuda! Antes de que esto se convierta en un problema realmente serio.
Si están leyendo esta nota seguramente no deben una casa ni dejaron a sus hijos sin ir a la escuela por comprar una bolsa Dior, pero estas consecuencias llegan a pasar y afectan nuestra vida seriamente, así que es momento de hacer un alto y reflexionar sobre nuestros hábitos compradores.
1. ¿Escondes lo que compras?
Una cosa es no llegar a presumirle a tu amiga los zapatos nuevos que compraste y otra muy diferente es sentirte avergonzada de la cantidad de dinero que gastaste, obligándote a esconder tus compras de cualquier ojo atento.
2. ¿Te sientes culpable en el camino a casa?
Si te sientes mal o avergonzada después de salir de la tienda, en el momento en que vas a tu casa, puedes tener un problema de compras compulsivas. Es normal que todos reflexionemos sobre lo que acabamos de gastar, sobre todo si compramos algo muy grande o a meses, pero si te sientes mal contigo misma por haberlo hecho es una clara señal de que algo no anda bien.
3. ¿Tienes más de 2 tarjetas de crédito?
Tener 2 tarjetas es un promedio normal, tener crédito en cada tienda departamental y en cada banco te habla de un problema. Más si hay deudas en todas.
4. ¿Justificas tus compras?
Si cada vez que vas a comprar algo te convences a ti misma con argumentos como “hoy no tuve un buen día” o “discutí con mi novio y esto me hará sentir mejor” estás desarrollando una adicción. Todas sentimos que nos merecemos un regalito de vez en cuando, pero si cada compra que haces la justificas con una emoción negativa te habla de un problema. También si lo justificas ante los demás con diferentes argumentos, es decir, si a ti te convences con un pretexto y a tu mamá se lo justificas con otro.
5. ¿Eres incapaz de tener ahorros?
Si gastas cada peso que cae en tus manos… bueno, ahí está el problema.
6. ¿Compras impulsivamente?
¿Te has encontrado a ti misma pagando algo que ni siquiera sabes si necesitas? Cuando tenemos un problema podemos comprar casi cualquier cosa sin siquiera detenernos a hacer cuentas, si te pasa esto de manera regular es momento de que hagas un alto y reflexiones sobre tus hábitos.
7. ¿Emoción inexplicable en las tiendas?
Cuando nos dirigimos a una tienda a todas nos da un poco de emoción, esa sensación de poder encontrar algo increíble que nos haga felices. Si tú sientes esto al extremo y no sólo cuando te diriges a una tienda sino cuando estás cerca de algún lugar en el que puedes comprar cosas, puede que tengas una adicción.
Más claro, si llegas al centro comercial con el estómago entumido, las manos sudorosas y la mirada como perdida, ¡cuidado!
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